Contamos con diferentes opciones de sedación para adaptarnos a las necesidades y preferencias de cada paciente:
- Sedación consciente: Se utiliza un gas suave (óxido nitroso) que te ayuda a relajarte y a sentirte más tranquilo durante el tratamiento. Estarás despierto y consciente en todo momento, pero menos ansioso.
- Sedación intravenosa: Se administra un medicamento a través de una vena, lo que te permite relajarte profundamente y, en algunos casos, incluso dormir durante el tratamiento. Estarás monitorizado en todo momento por un médico anestesiólogo.
Ambos procedimientos administrados y supervisados por empresas aliadas que cuentan con médicos especialistas en el área, lo que garantiza que el paciente siempre está en manos expertas.
La sedación dental puede ser beneficiosa para pacientes que:
- Sienten ansiedad o miedo al dentista
- Tienen dificultad para quedarse quietos durante los tratamientos
- Necesitan procedimientos dentales largos o complejos
- Tienen sensibilidad dental